lunes, 1 de diciembre de 2014

Microscopía electrónica

La microscopía electrónica es una técnica que requiere instrumentos de alta complejidad y personal altamente especializado. Se utilizan la microscopía electrónica de transmisión o convencional y la de barrido. Un microscopio electrónico es aquél que utiliza electrones en lugar de fotones o luz visible para formar imágenes de objetos diminutos. Los microscopios electrónicos permiten alcanzar una capacidad de aumento muy superior a los microscopios convencionales (hasta 2 aumentos comparados con los de los mejores microscopios ópticos) debido a que la longitud de onda de los electrones es mucho menor que la de los fotones "visibles".

Para muestras grandes como órganos, tejidos o células, se utilizan tres técnicas:
1. La fijación química o la criofijación
2. La inclusión en resinas (criosustitución)
3. La réplica metálica
Las muestras para microscopía electrónica deben fijarse en glutaraldehído, que se solicita al laboratorio de Anatomía Patológica con las instrucciones para la toma y fijación de la muestra. Los fragmentos deben ser pequeños y tienen que fijarse en forma de varios trocitos cuboideos de tejido de no más de 1 mm, obtenidos con hoja de afeitar o bisturí limpios. Las muestras se incluyen en resinas sintéticas (Epon) y se practican cortes 10 veces más delgados que los de microscopía de luz llamados cortes ultrafinos. La tinción se realiza con sales de metales pesados como citrato de plomo, tetróxido de Osmio o acetato de uranilo, que permiten un contraste adecuado del tejido bajo el haz de electrones. Los cortes ultrafinos se montan sobre grillas de cobre, se tiñen y se observan al microscopio electrónico. Para documentar los hallazgos es necesario obtener fotografías en blanco y negro de las preparaciones.

Microscopía electrónica aplicada al diagnóstico

En cuanto a las aplicaciones clínicas, el uso de la microscopía electrónica es de rutina para el diagnóstico de patologías renales. Algunas de las glomerulopatías primarias requieren necesariamente de la ME son: enfermedad de membranas basales delgadas, síndrome de Alport, glomerulopatía fibrilar e inmunotactoide y cambios glomerulares mínimos. Además, es útil, aunque no necesariamente esencial, en el diagnóstico de cualquier otra glomerulopatía.
Por frecuencia, la enfermedad de cambios glomerulares mínimos es la glomerulopatía que más requiere de la ayuda de la ME, ya que es, por definición, un diagnóstico ultraestructural. Sin embargo, en un contexto clínico adecuado, con una muestra representativa de corteza, adecuadas tinciones y una buena inmunofluorescencia se puede llegar a un diagnóstico relativamente confiable en la mayoría de los casos.

En la práctica diaria se reciben muestras de tejido renal obtenido por biopsia percutánea con aguja, biopsia a cielo abierto (cuña de tejido) o nefrectomía (parcial o total). El especimen debe manipularse con mucho cuidado, evitando comprimirlo o fragmentarlo. Cuando se trata de cuñas o nefrectomías no hay problema para seleccionar el material para microscopía de luz convencional, para inmunofluorescencia (IF) y para microscopía electrónica (ME). En algunos casos y centros se procura guardar, además, material congelado para estudios moleculares, aunque el material sobrante del que fue congelado para IF puede ser útil.

 Corte de riñón teñido con H/E.












Corte de riñón teñido con PAS                               Impregnación con metenamina de plata en corte de riñón

Idealmente el tejido seleccionado para IF debe ser congelado rápidamente, usualmente en isopentano o metilbutano enfriado en nitrógeno líquido, después de haberlo colocado en OCT (gel para inmersión de muestras para congelación). Algunos autores informan resultados aceptables realizando fluorescencia (no inmunofluorescencia) en muestras procesadas de manera rutinaria, pero fijadas en fijador de Hollande, para detectar depósitos inmunes.

El material para ME debe colocarse en cubículos de 1 mm y luego en glutaraldehído frío tan pronto como sea posible. En casos necesarios, el tejido incluído en parafina puede recuperarse para ME, pero la calidad de las imágenes disminuye marcadamente.
No hay un número mínimo de glomérulos indispensable para un adecuado diagnóstico. En lesiones globales y difusas un solo glomérulo puede ser suficiente. En lesiones segmentarias, o en casos de cambios mínimos, mientras mayor número de glomérulos mejor, pero esperamos estudiar al menos 20.
          Corte ultrafino de ratón contrastado con tetróxido de osmio, acetato de uranilo y citrato de plomo

No hay comentarios.:

Publicar un comentario